Elegir Cilento como destino para una boda es una idea interesante: los lugares son prístinos y las atmósferas ofrecen colores delicados y vibrantes. Sin embargo, decidimos rendir homenaje a los tonos de la "dolce vita" que estos lugares nos brindan para elaborar una posproducción con un toque cinematográfico y nostálgico que caracterizó esta boda de manera especial.
Nuestra historia:
Los preparativos – Dos recién casados en un hotel
Los recién casados, al estar lejos de casa, decidieron alojarse en el mismo hotel. Por eso, quisimos separarnos en el reportaje, intentando aprovechar las preciosas panorámicas, entre verdes y azules.
La boda en la iglesia de Marina di Camerota
Fuimos a la cercana Marina di Camerota para celebrar la boda. Aquí la ceremonia fue muy especial porque un padre, vestido de diácono, ofició el ritual.
Decidí centrarme en él: sus expresiones, visibles tras el altar. Una mezcla de tensión, pensamientos y alegría se reflejaba en cada gesto.
El set de fotos: Un pedacito de Irpinia en Cilento
Estábamos frente al mar, pero fue el camino lo que nos cautivó. De hecho, la idea de no alejarnos demasiado del lugar de la fiesta fue fundamental.
La fiesta una recepción en la terraza.
El Hotel La Torre en Palinuro Es un lugar interesante para bodas: su terraza con vistas al mar es realmente fascinante y el ambiente evoca esos aires sencillos y festivos. Una boda aquí es más una gran cena con amigos que una recepción tradicional.
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